¿Por qué el Gobierno autónomo de las Islas Baleares, una de las comunidades con los índices más elevados de fracaso y abandono escolar, ha renunciado a seguir desarrollando el Programa de Refuerzo, Orientación y Apoyo (PROA)?
El plan PROA es una iniciativa promovida por el anterior Ministerio de Educación, que fue aceptada de buen grado por la mayoría de los gobiernos autónomos, cuyo objetivo ha sido recuperar y reforzar a aquellos alumnos y alumnas más desfavorecidos social y curricularmente. Creemos que todo radica en el sentido de la educación. La enseñanza y el aprendizaje pueden ser un elemento de liberación personal y de progreso social y económico para un país, o bien una cárcel o un instrumento de marginación donde solo los mejores académicamente hablando, que no los más brillantes ni los más creativos, tienen un futuro.
El Gobierno balear no puede renunciar a un recurso como el PROA, que no le pertenece y que solo tiene la responsabilidad de gestionar. El PROA pertenece a los alumnos y alumnas que lo necesitan, que en último caso casi siempre son los grandes olvidados y, por ende, los más perjudicados por las políticas educativas que tienen un sentido excluyente. Recortar como se está haciendo en la enseñanza española convierte la educación en un problema que atañe al bolsillo de cada cual.
Eliminadas la cooperación y la solidaridad como fundamentos de ese bien común y derecho fundamental que es la educación, se ponen en duda 30 años de derechos sociales y educativos que han hecho saltar a España del Estado dela Beneficenciaa un Estado del Bienestar. El Gobierno balear tiene que replantearse esta decisión porque perjudica seriamente a los alumnos y alumnas. Es una decisión profundamente antidemocrática que apunta a la desintegración social, en tanto que es una manera de exclusión. Y porque a partir de que se desentienda de una gran parte del alumnado más desfavorecido, la educación y el sistema de enseñanza dejan de ser un factor de movilidad social y de progreso, lo peor para el futuro de un país. El sistema de enseñanza no puede estar permeado por la condición social previa de los niños, las niñas y los jóvenes.
Editorial publicado en el Periódico ESCUELA, el 19 de enero de 2012