Resulta que aquellos líderes del PP que han gobernado la Comunidad de Madrid durante años no son liberales, ni conservadores, ni «neocons», son vulgares ladrones de cuello blanco que han estafado a la ciudadanía madrileña, ¡qué tanto le ha votado!, millones de euros. Robaban y al mismo tiempo nos daban lecciones de moral y de buena política. No en vano Madrid, junto a Baleares, Valencia y Murcia, era el mejor escaparate de las políticas económicas del PP. Y Rodrigo Rato era el mejor ministro de economía de la Historia de España. A Dios rogando y con el mazo dando.
Investigados y arrestados por la unidad de la guardia civil que lucha contra los delitos monetarios y el crimen organizado, serán juzgados como malhechores que se habían confabulados para delinquir. Para saquear las arcas públicas. Todos los que fueron «grandes» de Madrid están investigados, procesados y en la cárcel. La «Doña» dimitida y callada.
Dado el estado de la situación solo falta que el ministro de Justicia, el Fiscal General del Estado y el Fiscal Anticorrupción dimitan para despejar las sombras de dudas que las investigaciones arrojan sobre sus actividades. Ya no son necesarios. Estas tres dimisiones fortalecerían a la democracia y, aún más, a las instituciones que representan.