La subida del 21% de IVA en el servicio de comedor es un elemento más en la construcción de un sistema educativo segregador de las familias socialmente menos favorecidas; situando la exclusión como el eje vertebrador del modelo educativo que propone el anteproyecto de Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (Lomce). La subida del IVA, junto al encarecimiento del servicio de comedor, la eliminación de las políticas socioeducativas, entre ellas las becas de comedor, y los recortes salariales empiezan a excluir a muchas familias del disfrute de servicios básicos muy importante para la educación integral de los niños y los jóvenes.
Aquí se paga por todo. La libertad es la de poder pagarte o no un servicio. La crisis económica es la coartada perfecta para aniquilar los derechos sociales básicos. Cuando hace ya un año en Cataluña los recortes y el encarecimiento del servicio de comedor abrieron la polémica de las fiambreras, parece que nadie pensó que en el fondo del asunto estaban las políticas privatizadores del Gobierno de CIU contra las clases menos favorecidas y a favor del negocio de las empresas de catering más poderosas del sector. Aún así, la Generalitat de Cataluña también impuso un canon para comer en la escuela a las familias que optaban por la fiambrera.
En última caso pagas sí o sí. CIU y PP comparten ideales y agenda, por eso ante la corrupción institucionalizada en CIU, y los manejos de personajes como los Pujol o Durán i Lleida, con sus entornos, el Gobierno de España y la Fiscalía miran para otro lado. El Gobierno de Cataluña levantó la veda y ha sido la vanguardia en los recortes y en la presión social sobre la clase trabajadora que ha servido al PP para tomar nota y afinar la agenda política y económica. Le debe mucho porque le ha indicado el camino a seguir en el desmantelamiento del Estado de Derecho y en la construcción de un Estado de beneficencia. El anteproyecto de Ley de Educación Orgánica para la Mejora de la Calidad de la Educación (Lomce) introduce el término “beneficiario” de la educación. La educación deja de ser un derecho para convertirse en un beneficio. La diferencia es sustancialmente importante. Si el Gobierno mantiene el ritmo de recortes económicos, de aplicar medidas antisociales como la subida del IVA al servicio de comedor, y el encarecimiento general del servicio público educativo; de elaborar normativa a favor de la ideología más conservadora de España, la Lomce estará más que aplicada cuándo la mayoría absoluta del PP la apruebe en el Congreso de los Diputados. El voto no es neutro, aunque puede ser independiente. Cuando se votan mayorías absolutas siempre pasa algo, y la experiencia nos dice que nada bueno, porque se rompen los equilibrios y se impone la agenda del más fuerte. Nadie le ha contado a la ciudadanía lo que le va a pasar.